Con profundo dolor la enfermería cubana despidió el pasado 9 de agosto de 2016, a la MSc Jovita Paéz Armenteros, quien fuera la Presidenta fundadora de la Sociedad Cubana de Enfermería (SOCUENF). Por más de 35 años se mantuvo en este cargo, contribuyendo al desarrollo de la profesión de enfermería y a modificar la imagen tradicional de esta.

Entre 1962 y1968 laboró en el Hospital "General Calixto García" como Jefa del Servicio de Psiquiatría y Jefa Docente Asistencial. De 1968 a 1969 trabajó en el Instituto Superior Militar "Luis Díaz Soto" como Instructora Docente. En 1969-1973 fue Instructora Docente en el Hospital "Comandante Manuel Fajardo". Durante el periodo 1973 -1976 prestó servicios en el Hospital Che Guevara en la República de Argelia. En el año 1976 fue nombrada Jefa de Enfermeras del Instituto Neurología y Neurocirugía, donde laboró hasta 1978, cuando se trasladó al Hospital Pediátrico de la Habana para desempeñarse como Instructora Docente. Desde 1982 hasta 2011 trabajó como funcionaria del Ministerio de Salud Pública.

A principios de los años 70 inició su lucha por constituir la Sociedad Cubana de Enfermería, que finalmente vio la luz en 1976, resultando electa su primera Presidenta.

Simultaneando su actividad de dirigente profesional de la Sociedad Cubana de Enfermería y sus demás funciones asistenciales y docentes, en la década de los ´80 cursó la Licenciatura en Enfermería, años después, en 2007, obtuvo también el grado científico de Máster en Ciencias, demostrando su tenacidad para lograr sus propósitos.

En 1980 la Sociedad Cubana de Enfermería celebró su I Congreso y desde ese momento fue la también Presidenta de los Comités Organizadores de todos esos eventos, demostrando su calidad como líder. Además se desempeñó como Jefa de Enfermeras del "Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía". A lo largo de toda su vida Jovita demostró su gran valor humano, pues siempre marchó al frente de las tareas a las que como dirigente convocó a sus colegas.

Su dedicación y compromiso trascendieron las fronteras nacionales por lo que fue merecedora del reconocimiento del Concilio Internacional de Enfermeras.

La enfermería cubana rinde también homenaje a Jovita, con el compromiso de continuar desarrollando la profesión que tanto la apasionó.