The Economist vaticina un papel creciente para las enfermeras, pese a la escasez de profesionales

Imagen12020, Año de las Enfermeras y Matronas, es una gran oportunidad para la profesión. Así lo están viendo incluso los distintos medios internacionales que ya han empezado a hacerse eco de esta iniciativa de la Organización Mundial de la Salud. Tras el ejemplo de The Lancet, el último en sumarse ha sido The Economist quien ha subrayado que “en 2020 y más allá, las enfermeras realizarán un número creciente de tareas reservadas convencionalmente para los médicos, tanto en atención aguda como crónica”. Y todo ello, pese a que “en la próxima década, la escasez de enfermeras seguirá siendo el mayor problema que enfrentarán los sistemas nacionales de salud en todo el mundo”.

 

En el artículo que ha publicado The Economist, bajo el título “Florence Nightingale y la cara cambiante de la enfermería” comienza con una reseña de la figura de Nightingale, pues es el aniversario de los 200 años de su nacimiento lo que ha propiciado este año internacional de la enfermera. Para la prestigiosa revista británica, hoy “Nightingale estaría orgullosa de ver el progreso de la enfermería”, pues “las enfermeras tienen títulos universitarios y hay estudios de doctorado en Enfermería. Al igual que los médicos, las enfermeras se especializan en innumerables disciplinas clínicas, como neonatología, cardiología y urgencias y emergencias. Incluso hay enfermeras forenses”, subraya la publicación.

 

Pero para The Economist el futuro es mucho más brillante: “En 2020 y más allá, las enfermeras realizarán un número creciente de tareas reservadas convencionalmente a los médicos, tanto en atención aguda como crónica. Hoy en día, casi dos tercios de los anestésicos administrados a pacientes en Estados Unidos son administrados por enfermeras anestesistas certificadas. En Gran Bretaña, enfermeras especializadas realizan algunos tipos de cirugía abdominal, ortopédica y cardíaca. En algunas partes del África subsahariana, se está capacitando a enfermeras para realizar cesáreas de urgencia, con resultados comparables a los logrados por los médicos”, destaca.

 

De ahí que la revista vaticine que “se recurrirá cada vez más a las enfermeras para reemplazar a los médicos generales en el tratamiento de pacientes con diabetes y otras afecciones crónicas que requieren cambios en el estilo de vida. Las enfermeras están particularmente bien posicionadas para proporcionar este tipo de atención integral, que tiene en cuenta las circunstancias de la vida de cada persona”, destaca.

 

Escasez de profesionales

La cara oculta de esta situación radica, para el semanario británico, en tres aspectos básicos. Por un lado, en el desarrollo desigual de la profesión a nivel mundial: “Las enfermeras de países tan variados como India, Alemania o Portugal todavía son tratadas en gran medida como esbirros de los médicos y ni siquiera pueden diagnosticar dolencias comunes o prescribir medicamentos”.

 

Las enfermeras representan casi la mitad de toda la fuerza laboral sanitaria de todo el mundo, y sin embargo “a menudo no están presentes en las mesas donde se toman las decisiones sobre políticas de salud”. Así, destaca que la OMS no tuvo jefe de enfermería hasta 2018.

 

Por último, The Economist destaca que hay muchos países donde la mayor escasez de trabajadores se produce en la enfermería. Para la publicación, “en la próxima década, la escasez de enfermeras seguirá siendo el mayor problema que enfrentarán los sistemas nacionales de salud en todo el mundo. Para 2030, el mundo tendrá 7,6 millones de enfermeras menos, que es un tercio de su número actual”».

 

Para paliarlo y aprovechando la visibilidad del año de la enfermería, The Economist subraya que “habrá más palabras -esperemos que también más acciones- para permitir a las enfermeras trabajar al máximo de sus conocimientos y habilidades”, pues tal y como recuerda, con el avance tecnológico, “la enfermería puede ser el único aspecto de la profesión del cuidado de la salud en el que las máquinas no reemplazarán a los seres humanos. A pesar de que la enfermería está formada por la ciencia y la tecnología médica, como lo ha sido desde la época de Nightingale, sus poderes curativos siguen enraizados en la empatía y el toque humano”, finaliza.

Tomado de: www.diarioenfermero.es

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